Cáncer de hígado y conducto biliar
Éste es el contaminante común e invisible de la comida que causa cáncer de hígado. Se estima que el 28% de todos los casos de cáncer de hígado en el mundo están relacionados con alimentos contaminados con mohos.
Existen varios tipos de cáncer que tienen como origen una infección viral o bacteriana. Uno de los más conocidos es el cáncer de hígado producido por la infección con los virus de la hepatitis B y C.
En estos tres casos existen vacunas o antivirales altamente efectivos que previenen o curan la infección y, en consecuencia, el desarrollo posterior de estos tumores.
De hecho, la prevalencia de infección crónica por los virus de las hepatitis en España no ha hecho más que descender desde la implantación de la vacunación y el desarrollo de fármacos antivirales directos.
Para nuestra tranquilidad, la mayoría de las infecciones por estos virus no llegan a producir cáncer.
Toxinas, mohos y cáncer
Tanto las bacterias como los hongos producen toxinas con potencial cancerígeno. O lo que es lo mismo, capaces de hacer mutar directamente el ADN o desbloquear su replicación, generando alteraciones cromosómicas. Estas alteraciones suponen un primer paso hacia el desarrollo de un tumor que, a lo largo del tiempo, irá acumulando más y más mutaciones hasta alcanzar un umbral que le permita escapar del control genético del ciclo celular y del sistema inmunitario.
Algunas de las toxinas cancerígenas mejor caracterizadas derivan de los hongos (mohos) que afectan a los alimentos. Las aflatoxinas, producidas por especies de Aspergillus que afectan a frutos secos y cereales conservados con humedad, son especialmente peligrosas. Y ojo porque también la leche, la carne y los huevos pueden estar contaminados con aflatoxinas si los animales que los producen han sido alimentados con pienso afectado por hongos.
No es para tomárselo a broma. Se estima que el 28 % de todos los cáncer de hígado en el mundo están relacionados con la exposición a alimentos contaminados con mohos.
* Antonio José Caruz Arcos es catedrático de Universidad de Genética, Universidad de Jaén.
* Almudena Montero es doctoranda en la Universidad de Granada.
** Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.