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Embarazo y trasplante hepático

La sexualidad y el embarazo postrasplante hepático son dos temas que preocupan muchos a las mujeres que han pasado por un proceso de trasplante de hígado.

Desde FNETH organizamos unas jornadas de formación en Sevilla en las que médicos especialistas despejaron algunas dudas sobre el tema a pacientes de las asociaciones que forman FNETH.

A continuación, adjuntamos algunas de las conclusiones de la ponencia de la Doctora Carmen Cepeda Franco, especialista del H.U. Virgen del Rocío de Sevilla.

¿Puedo quedarme embarazada después de un trasplante de hígado?

La menstruación y con ello la fertilidad regresa, en la mayoría de las pacientes en edad fértil, en los primeros meses tras el trasplante hepático.

Sin embargo, muchas mujeres que se han sometido a un trasplante hepático tienen miedos relacionados con posibilidad de quedarse embarazadas.

Otras de las dudas más frecuentes son las relativas a la seguridad del embarazo, el momento ideal para empezar el proceso o la toma de anticonceptivos.

Planificación del embarazo después de un trasplante hepático

Según los datos facilitados por la Doctora Cepeda, el embarazo no solo es posible, sino que generalmente se asocia con buenos resultados, sin un mayor riesgo de rechazo del injerto,  por lo que la imagen de receptoras de trasplante como un grupo de muy alto riesgo de complicaciones ha quedado atrás, dando paso a una postura de planificación responsable y coordinada de la gestación.

Eso sí, la especial alista ha recalcado la necesidad de que el embarazo sea manejado por un equipo multidisciplinar,  con  obstetra de alto riesgo, en coordinación con el especialista en trasplante.

¿Cuánto tiempo debe pasar desde el trasplante hasta el embarazo?

El tiempo que deben esperar las pacientes desde el trasplante hasta la concepción es controvertido. En general, el embarazo debería posponerse al menos 1-2 años después del trasplante, según las características particulares de cada paciente.

La planificación debe comenzar en cuanto se hayan descartado las complicaciones precoces del trasplante.  El momento ideal es cuando se ha conseguido  buena función y estable del injerto y la  inmunosupresión es de mantenimiento.

La planificación del momento del parto, ya sea mediante una inducción planificada del trabajo de parto o una cesárea, es fundamental para minimizar el riesgo de complicaciones.

Anticonceptivos y trasplante hepático. ¿Cuándo y cómo tomarlos?

La anticoncepción debe comenzar antes de la reanudación de la actividad sexual. No se puede recomendar ninguna forma particular de anticoncepción sobre otra.

Los anticonceptivos orales combinados y parches anticonceptivos transdérmicos son seguros después del trasplante hepático. Regulan el ciclo, protege de quistes y mejora calidad de vida.

Los dispositivos intrauterinos ofrecen el mayor nivel de eficacia con una baja incidencia de complicaciones.  Pero hay que tener en cuenta que la literatura es limitada y algunos agentes inmunosupresores podrían disminuir la eficacia y predisponer a un mayor riesgo de infección. Faltan estudios en pacientes trasplantadas sobre este tema.

Inmunosupresión y embarazo posttrasplante hepático

El manejo de la inmunosupresión constituye un desafío para el especialista en trasplantes que debe tratar de controlar el riesgo de rechazo del injerto, preservar la inmunidad antiinfecciosa para limitar la aparición de infecciones materno-fetales y también proteger al feto de la toxicidad y teratogenicidad de los fármacos utilizados.

Aunque todos los inmunosupresores atraviesan la placenta y pueden llegar a la circulación fetal, con la posibilidad de producir resultados fetales nocivos, en el arsenal terapéutico disponemos de algunos que lo hacen en concentraciones muy bajas, por lo que los beneficios de mantener la inmunosupresión con una función adecuada del injerto, superan los posibles riesgos asociados a la escasa exposición fetal.

Resultados de embarazo en mujeres con trasplante de hígado

Según trasladó la doctora durante su exposición, no se ha informado de que las receptoras de trasplante hepático experimenten tasas más altas de mortalidad materna en comparación con la población no trasplantada.

Los estudios que examinan los resultados del embarazo después del TH informaron que la tasa de rechazo del injerto durante el embarazo varía entre el 0% y el 20%.

La hipertensión, la preeclampsia y la diabetes mellitus gestacional se notifican con más frecuencia en los embarazos de las receptoras de trasplante hepático que en los embarazos de las pacientes no trasplantadas.

El embarazo ectópico, el aborto o la muerte fetal pueden ocurrir con más frecuencia que en la población general.

La mayoría de los embarazos tienen un resultado positivo, con una alta tasa de nacidos vivos

No se han reportado anomalías físicas o psicológicas significativas a largo plazo en niños nacidos de receptoras de trasplante hepático.

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