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Este mes de marzo desde FNETH Te Entrevista charlamos con el Dr. Juan Turnes Jefe de Servicio de Aparato Digestivo en el CHOP.

Recientemente el Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP) ha sido galardonadas, por tercer año consecutivo, con el premio Best In Class, que reconoce a su unidad de hepatitis C como la mejor de España. ¿Cuáles diría que han sido los cambios que han hecho posible esta distinción?

Creo que lo que se premia fundamentalmente es el espíritu innovador en cómo enfocamos el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis C. Nuestro punto de vista durante estos años ha sido el de identificar las barreras que hay en nuestra área sanitaria para el diagnóstico y acceso al tratamiento e identificar también todos los elementos que no aportaban valor , como seguimientos o consultas innecesarias al hospital. Se ha buscado eliminar todas esas barreras y simplificar los procesos apoyándonos mucho en la parte de innovación tecnológica que tiene el Servicio Galego de Saúde. Para nosotros lo que realmente es un logro es ser el área sanitaria de Galicia que probablemente esté más cerca de de los objetivos de eliminación de la OMS. Somos, además, dentro de Galicia, los que contamos con una mayor tasa de de curación, a pesar de de haber simplificado todos los procesos asociados al tratamiento, yo creo que lo que se premia es eso. ¿Y por qué 3 años? Pues porque somos gente bastante inconformista y cuando identificamos áreas de mejora y las corregimos. Este trabajo solo se puede hacer con con un equipo multidisciplinar como el que tenemos aquí, de médicos, enfermeras, admisión, microbiólogos, atención primaria…

¿Es usted optimista en cuanto a que se cumplan los objetivos de la OMS respecto a la hepatitis C antes del 2030?

Sí, soy optimista, creo que vamos a alcanzar los objetivos antes de 2030, aunque me gustaría que fuera mucho antes de esa fecha, pues, realmente España está en una situación en la que podemos alcanzar estos objetivo ya en 2024. Un punto menos optimista es que creo que alcanzaremos este objetivo a diferentes ritmos en función de las comunidades autónomas, pero alcanzarlos se van a alcanzar.

¿Cómo podemos colaborar los ciudadanos en la prevención de la enfermedad?

Sobre todo conociendo los mecanismos de transmisión. En este sentido, tanto desde las sociedades científicas como de las asociaciones de pacientes y de las propias administraciones, se ha hecho un gran trabajo en los últimos años, generando información asequible para la sociedad respecto a las vías de contagio. Otro buen ejemplo de estas medidas públicas efectivas son las normativas que hace ya más de 10 años se impusieron para regular los centros de tatuaje y colocación de piercings, que antes eran una de las posibles vías de transmisión y ahora son centros completamente seguros. Creo que es importante a día de hoy explicar a la sociedad que, aunque es una enfermedad que no es tan fácil de contagiar, las vías de contacto sanguíneo o incluso la vía de contacto sexual son vías evitables. Cuanta más personas tengan esa información y cuanta más visibilidad tenga la enfermedad, mejor. Creo que la clave es recalcar que es una enfermedad curable y que existen unos objetivos de eliminación propuestos por la OMS.

¿Cuáles diría que son hoy en día los factores de riesgo para contagiarse?

Son fundamentalmente el contacto por vía sanguínea y por vía sexual. Hay que tener en cuenta, como se dijo antes, que es es un virus que se transmite con dificultad. Si, por ejemplo, nos pinchásemos con una aguja de un paciente que tenga hepatitis, lo más probable es que no nos contagiemos, pero aunque esto pasase, lo bueno es que nos podemos curar con un tratamiento sencillo y corto. En cuanto a la vía sexual hay que tener en cuenta un matiz, y es que, como decía, el virus se transmite con dificultad, por lo que se consideran más vulnerables a grupos de población muy concretos, como las personas que tienen VIH, ya que tienen un mayor riesgo de adquirir cualquier tipo de enfermedad; o aquellas personas que realizar prácticas de riesgo como el chemsex.

¿Cree que sigue habiendo un estigma respecto a la hepatitis C?

Lamentablemente existe un estigma hacia todo aquello relacionado con las enfermedades del hígado, pero a esta, en concreto, se le suma otro estigma, y es que mucha gente la asocia al consumo de drogas. Aunque el consumo de drogas es un factor de riesgo, no es ni el único ni el principal.

Es una enfermedad que puede no tener síntomas, ¿cómo debe actuar una persona que cree que puede estar contagiada?

Es muy sencillo, simplemente pedirle a su médico una prueba, que hoy en día se pueden hacer incluso en saliva, obteniendo el resultado en minutos. En el caso de Galicia, el plan de eliminación de la hepatitis C incluye un apartado específico para luchar también contra el problema del estigma. Según este plan autonómico cualquier persona que crea que puede tener la enfermedad puede solicitar una prueba sin necesidad ninguna explicación. Por supuesto, animo a toda persona que crea que está contagiada a hacerse el test porque es una enfermedad que se cura, y esto es una oportunidad de la que carecen la mayoría de las enfermedades.

La innovación tecnológica ha traído gran cantidad de facilidades tanto para los sanitarios como para los pacientes, ¿ayudará también en la detección de enfermedades como la Hepatitis C?

Me declaro fan del uso de la innovación tecnológica para lograr la eliminación de la hepatitis C, pero también para mejorar la aproximación y tratamiento de muchas otras enfermedades. En Galicia creo que somos una comunidad privilegiada, porque tenemos un sistema de salud extraordinariamente digitalizado, con una historia clínica electrónica que probablemente sea de las más avanzadas del mundo y que nos ofrece muchas facilidades. Para nosotros ha sido un elemento diferencial a la hora de desarrollar proyectos pioneros de diagnóstico precoz, de vincular los diagnósticos a los tratamientos de una manera rápida, e incluso de identificar pacientes que estaban diagnosticados pero no curados. Entonces, claro, para mí, innovación tecnológica es siempre un sí.

Usted es bastante activo en redes sociales, ¿considera que las redes sociales son enemigas o aliadas para los pacientes?

Las redes sociales son enemigas y aliadas. El problema no es la red social, sino el uso que se hace de ella. Yo, por ejemplo, soy bastante activo en Twitter, con un perfil eminentemente profesional y sobre todo, científico. Mi objetivo en redes no es sólo discutir aspectos científicos con otros colegas, sino también desmentir bulos sobre mi área de conocimiento y proporcionar información veraz. Somos activos también a nivel de servicio. Tenemos una cuenta en Twitter (@pontegastro) y un programa de comunicación dirigido eminentemente a pacientes y a un público general para informar sobre enfermedades, desmentir noticias falsas o incorrectas… Creo que las redes sociales son una gran ventaja porque nos ofrecen una posibilidad que hace unos años no teníamos: llegar a decenas de miles de personas no solo en España sino en otros países también. Es una oportunidad que tenemos que aprovechar tanto nosotros a título personal como las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes

Algunos pacientes pueden sentir la tentación de consultar internet antes que a su propio médico…

No es que sean algunos, yo creo que hoy en día prácticamente todo el mundo consulta internet antes de ir al médico. El término “doctor Google” está establecido desde hace mucho y las inteligencias artificiales conversacionales que se están incorporando en los navegadores de Internet van a hacer que esto aumente mucho más. Esto es bueno y es malo. Es malo porque puede generar una preocupación infundada en algunas personas e incentivar conductas de hipocondría, pero tiene también su parte positiva. Bien utilizado, nos puede ayudar a tener una sociedad más informada respecto a problemas de salud. Enlazando con la pregunta de las redes sociales, creo que no debemos limitarnos a estar en redes, sino que tanto los profesionales sanitarios como las administraciones, sociedades científicas y de pacientes, debemos tener en cuenta que nuestra actividad formativa y comunicativa debería estar accesible para aquellas personas que buscan información en Internet.

De todas formas, todavía son muchos los pacientes que consideran la digitalización, las consultas por video llamada… como una atención de menos calidad que la presencial. ¿Cuál es su experiencia sobre este tema?

Mi experiencia con la digitalización es positiva al cien por cien. Y yo creo que hay que diferenciar lo que es digitalización de otros formatos como la videollamada o las consultas telefónicas que ya existían antes de la pandemia del COVID, pero que se han generalizado durante la crisis sanitaria.

Una cosa es la digitalización de la información sanitaria, algo que es básico y que nos permite ofrecer una mejor asistencia, y otra es la tendencia a las consultas telemáticas. Yo no soy particularmente muy fan de las consultas por videollamada, durante el COVID era entendible, pero en el momento actual creo que deberían restringirse a consultas para las que aporte poco valor la presencialidad, o incluso para casos muy concretos de personas que tengan que desplazarse muchos km.

A continuación, el test rápido de cinco preguntas de respuesta breve que realizamos a todos los entrevistados.

 

– La comida preferida de Juan es…

A mí me gusta bastante comer, así que es complicado, pero si tengo que elegir una, elijo las centollas.

– Un lugar para ir de vacaciones

No importa el lugar siempre y cuando esté con mi familia. A mi mujer, a mis hijos y a mí nos encanta viajar juntos.

– Una película o libro para disfrutar

Cualquiera de Christopher Nolan

– ¿Un recuerdo especial de la infancia?

El olor a pan en la panadería de Cobas. Cuando era pequeño pasaba un mes del verano con mis abuelos paternos en un pueblecito de la costa norte de Galicia que se llama Cobas. Un recuerdo imborrable es el olor que tenía una panadería tradicional, era entrar y que ese aroma de la harina se te quedase pegado en la memoria.

– Un referente en su vida…

Tanto profesional como personal, me quedo con Jaime Bosch, uno de los hepatólogos más brillantes del hospital Clínic de Barcelona y también uno de los más brillantes del mundo. Tuve la oportunidad y la suerte de formarme con él al acabar la residencia durante 4 años. Me enseñó a no rendirme y me mostró por qué es necesario investigar en medicina para ayudar a los pacientes. Me apoyó en todas mis metas profesionales.

Publicado en Blog, Fneth te entrevista