Con motivo de la vuelta a los colegios en la presente pandemia por Covid-19, vuelve a estar de actualidad el debate sobre la figura del / la enfermero/a escolar
La existencia de esta función se remonta al siglo XIX y actualmente estos profesionales están asentados en las escuelas de países de nuestro entorno como Reino Unido o Francia entre otros.
Si bien el momento de crisis sanitaria en que nos encontramos es lo que condiciona el debate, las razones de FNETH para apoyar la incorporación de estos profesionales en nuestros centros educativos van más allá de la pandemia. Es evidente que la presencia de enfermero/as en las aulas ayudaría a que se cumpliesen las medidas sanitarias estipuladas para contener la propagación del virus y aportaría seguridad a las familias de los niños.
No obstante, queremos ofrecer un punto de vista más amplio. Como representantes de los pacientes hepáticos, en FNETH defendemos los derechos de multitud de pacientes crónicos, entre ellos niños en edad escolar. Estos niños en muchos casos necesitan atenciones especiales debido a su condición, tarea que a menudo se atribuye al profesorado ante la falta de personal específico que pueda prestar este servicio.
Este es un solo ejemplo de los muchos más que podemos mencionar (chicos diabéticos, asmáticos etc…) y la presencia de una figura cualificada para llevar a cabo esta labor solucionaría muchos inconvenientes, por no hablar de situaciones de emergencia que desgraciadamente pueden ocurrir a diario. Además, de cara a los compañeros de estos chicos con necesidad de medicarse o de ser tratados de forma crónica, la figura del / la enfermero/a escolar serviría para sensibilizarles y educarles al respecto consiguiéndose así una normalización de las situaciones generadas.
Pero es que hay más motivos para pensar que la incorporación de enfermero/as a los colegios pueda ser positiva para nuestro sistema educativo; además del papel asistencial ya mencionado, Enfermería Escolar podría desarrollar una tarea educativa esencial para nuestros niños: La promoción de hábitos saludables en la alimentación podría corregir la prevalencia cada vez mayor de la obesidad infantil.
No podemos olvidar tampoco la educación sexual; las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados son desafortunadamente problemas en alza en los últimos años. La presencia habitual de profesionales sanitarios en las aulas ayudaría a solucionar estas cuestiones.
A parte de cuestiones de tipo meramente educativas y relativas al centro escolar, el/la enfermero/a escolar puede ser muy útil como enlace entre la familia y la escuela en temas sensibles que pueden ser abordados con mayor conocimiento de causa por un profesional sanitario.
Profundizando en este aspecto, creemos que la presencia en las aulas de un profesional sanitario, puede aliviar el muchas veces complicado paso de dejar las atenciones de un niño/a con necesidad de supervisión médica en manos de terceras personas, que en el caso de la escuela no siempre tienen la preparación necesaria para ello, porque tampoco les corresponde a ellos asumir esa función.
En FNETH defendemos que todos los menores han de tener los mismos derechos y partir desde una posición de igualdad. Es una responsabilidad social el dotar a estos chico/as de las atenciones precisas para que su condición sanitaria no sea una merma en sus progresos educativos. Como sociedad, hemos de hacer todos los esfuerzos pertinentes para normalizar al máximo la situación de estos niño/as y de su entorno educativo al completo, compañero/as y profesorado.
Por todas estas razones, desde FNETH consideramos que la creación de un proyecto de Enfermería Escolar en nuestro país puede ser muy interesante y necesario aprovechando el actual momento de emergencia sanitaria para su implementación a largo plazo en nuestro país.