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Personas trasplantadas se convierten en modelos de la mano de FNETH

  •  FNETH reúne a niños, adultos y adolescentes en su exposición «El Valor de las Cicatrices» para inspirar a otros pacientes y fomentar la donación de órganos.  La exposición se ha inaugurado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y recorrerá varios hospitales de España.
  • El evento ha contado con la presencia de la Directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, el Director de Atención a Personas con Discapacidad de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid, Ignacio Tremiño  y el Presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, entre otros.

Casi un centenar de personas han asistido a la inauguración de la exposición fotográfica «El Valor de las Cicatrices» en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.  Pacientes y miembros de la comunidad sanitaria se han dado cita para ver expuestas las 22 fotografías de personas trasplantadas repasando sus cicatrices con pan de oro. Inspirándose en la técnica japonesa del Kintsugi niños, adolescentes y adultos han mostrado sus cicatrices con la intención de eliminar el estigma sobre el trasplante de hígado y fomentar la donación de órganos.

El acto ha sido presentado por la modelo Marisa Jara que ha dedicado unas palabras muy cariñosas hacia los asistentes. La influencer ha recordado que ella misma cuenta con una cicatriz en su abdomen fruto de la operación de urgencia a la que tuvo que someterse a causa de un tumor en el Colon en 2018.

El evento, que duró cerca de dos horas, consistió en un coloquio con  algunos de los pacientes que han formado parte de la exposición.  Los asistentes han escuchado historias como la de Montse Collado, la trasplantada más antigua de España. Montse se sometió a un trasplante en 1986 en el Hospital de Belltville cuando apenas se habían realizado en el mundo unos pocos trasplantes de hígado: “En ese momento no pensaba mucho en mi cicatriz, solo pensaba en sobrevivir. Nunca he escondido mi cicatriz. Me salvó la vida y me permitió ver crecer a mis hijos. He cuidado y mimado a mi hígado. Tenemos que cuidar nuestro cuerpo porque solo tenemos uno”.

En la presentación estuvieron algunos de los niños y adolescentes que han pasado por un trasplante de hígado y han sido fotografiados para el proyecto. Es el caso de Isaac Belloso, de 16 años y procedente de Málaga al que un día sus padres notaron «los ojos amarillos». Razón por la cual fue ingresado en el Hospital de Virgen del Rocío de Sevilla. Una vez allí tuvo un fallo hepático agudo que hizo que los médicos le incluyeran en lo denominado «código cero»: necesitabas un hígado en 24 horas para sobrevivir. Hoy el joven lleva una vida «normal» pese a la importancia que los jóvenes le dan hoy en día a la imagen y la presencia en redes sociales: «No me gusta que me miren con pena o que no me miren por vergüenza. Me gustaría que en los colegios se hablara más del trasplante porque existe mucho desconocimiento sobre la donación de órganos entre la gente de mi edad”.

El último de los testimonios fue el de Fernando Martín, padre de Julia. Una niña que tuvo que someterse a un trasplante a los 8 años debido a una enfermedad rara: Atresia de las Vías Biliares.  Su nuevo hígado, procedente de un donante cadáver, le ha permitido llevar una vida feliz desde que le trasplantaran en 2020 en el madrileño Hospital de La Paz. El padre de Julia ha relatado el duro proceso que atraviesan las familias de los trasplantados pediátricos: “Al principio solo piensas en cuanto vivirá. Luego das gracias por el sistema de salud que tenemos y por vivir en España”.

El acto fue cerrado con la intervención de la Directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) Beatriz Domínguez-Gil que ha destacado » Si nos centramos en las cicatrices que deja el trasplante hepático, sin duda podemos ser optimistas, ya que esta intervención es una de las que más vidas ha salvado en los últimos años. La actividad trasplantadora y las novedades científicas y técnicas han permitido reducir sustancialmente la lista de espera en nuestro país, tanto en pacientes adultos, como en los más jóvenes y los niños. Solo en la última década (2012-2021) se han realizado 11.382 trasplantes hepáticos en España, 11.382 nuevas cicatrices, 11.382 nuevas oportunidades de seguir viviendo. Y si nos remontamos a los inicios, al año 1984, son 30.721 los pacientes trasplantados de hígado en nuestro país. Sin duda, todo un éxito social y médico”.

Desde FNETH han hecho hincapié en el objetivo que buscan con este proyecto: «empoderar a las personas que han vivido un proceso de trasplante convirtiendo su cicatriz en un símbolo fuerza, vida y orgullo».  Asimismo, han recordado la importancia de concienciar sobre la donación de órganos en nuestro país. Razón por la cual esta exposición fotográfica itinerante, se expondrá en varios Hospitales trasplantadores de toda España a lo largo de este 2022 y 2023. La Presidenta de FNETH, Eva Perez Bech, ha recalcado en el acto la importancia de que este proyecto llegue al mayor número de personas posible en toda España: » Ya que tantas personas nos han abierto su intimidad de forma tan valiente dejándose fotografiar su cicatriz en una sociedad que rinde culto al cuerpo y a la imagen, queremos darle la mayor visibilidad posible. Las cicatrices de las personas trasplantadas les recuerdan momentos difíciles pero también significan una segunda oportunidad para seguir viviendo y cumpliendo sueños. Deseamos que sus fotos sirvan de inspiración a otros pacientes que estén pasando por un proceso de trasplante y les llenen de fuerza».

Este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de COCEMFE y con cargo al programa de educación inclusiva, incidencia social y derechos humanos de las personas con discapacidad física y orgánica de acuerdo a la convocatoria de IRPF Estatal 2021.

Publicado en Blog