La donación es un gesto altruista, considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos.
En la actualidad hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante.
La realidad es que las listas de espera para recibir órganos y tejidos seguirán aumentando si no se logra aumentar el número de donaciones. La única forma de resolver este problema es ser donante de órganos y animar a otros nuestros conocidos a que también lo sean; cuantos más donantes existan, mayor será el número de vidas que podrán salvarse.
Nuestra sociedad es un ejemplo de solidaridad y prueba de ello es que España es el país del mundo con mayor tasa de donación. Esto nos proporciona el privilegio de tener mayor posibilidad de obtener un trasplante en caso de necesitarlo. Sin embargo, cada día hay más personas que necesitan ser trasplantadas para seguir viviendo y, alrededor del 10% fallecen a la espera de recibir un órgano. Por ello, es necesario que tomemos conciencia de que por muchos avances técnicos que haya, si no hay donaciones no es posible realizar los trasplantes.
En España la donación y el trasplante están regulados por la Ley de Trasplantes, que garantiza el altruismo y la equidad en el acceso al trasplante.
La donación sólo puede realizarse en un hospital autorizado, ya que debe reunir una serie de requisitos. Tras el fallecimiento, el equipo de Coordinación de Trasplantes:
- Comprueba que se han cumplido todos los requisitos legales marcados por la Ley.
- Valora los órganos y tejidos que pueden ser válidos para el trasplante.
- Consulta a la familia sobre la voluntad del fallecido en relación con la donación de órganos.
- La Organización Nacional de Trasplantes pone en marcha los mecanismos que permiten llevar a cabo con éxito la donación y el trasplante en los receptores más adecuados. Puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida que, a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. Será el equipo médico quien, una vez realizadas todas las pruebas necesarias, dictamine si el fallecido puede ser donante y de qué órganos.
Habla con tus familiares y amigos sobre la donación. Conoce lo que ellos piensan y exprésales tu decisión. Puedes solicitar la tarjeta de donante de órganos y recibirla en tu domicilio. La tarjeta no compromete legalmente, si cambias de opinión simplemente rómpela y comunica tu decisión a tus familiares. Siempre se va a preguntar a la familia sobre la voluntad del fallecido respecto a la donación.