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¿Qué es?

La hepatitis C es una enfermedad provocada por el VHC (Virus Hepático C). Este virus causa una infección aguda y crónica en el hígado. Por lo general, es asintomática, pero puede derivar en una infección crónica provocando cirrosis hepática.

¿Cómo se transmite?

El VHC se transmite por la sangre (consumo de drogas, mala esterilización de equipo médico, tatuajes, o a través de transfusiones de sangre sin analizar), por vía sexual o perinatal (durante el proceso de parto).

 Sintomatología:

La hepatitis C suele cursar de manera asintomática. Sin embargo, en algunos casos pueden presentar los siguientes síntomas:

-Cansancio;

-Fiebre;

-Nauseas, vomitos y dolor abdominal;

-Oscurecimiento de la orina;

-Heces claras;

-Inapetencia;

-Ictericia.

 Diagnóstico y tratamiento:

Al ser principalmente asintomática, son pocos los casos que se diagnostican en la fase aguda. A menudo, la infección crónica se diagnostica décadas después de la infección cuando aparecen los síntomas del daño hepático grave. Para diagnosticar el VHC se realiza un análisis de sangre que revela la presencia de anticuerpos anti-VHC. Posteriormente, se podrá confirmar la infección crónica con una prueba que detecta el ácido ribonucleico del virus. Una vez diagnosticada la infección crónica se debe evaluar el daño hepático para orientar las decisiones terapéuticas más convenientes.

El tratamiento para la hepatitis C puede variar. En algunos casos, no se requiere tratamiento puesto que el sistema inmunitario ha eliminado la infección espontáneamente.

El tratamiento para las personas que lo requieran está formado por antivíricos de acción directa que pueden curar a la mayoría de las personas infectadas.

Como no existen vacunas para el VHC, la mejor manera de prevenir la infección es reducir el riesgo de exposición al virus. Algunas de las medidas preventivas que propone la Organización Mundial de la Salud son:

-Higiene de las manos;

-Uso seguro de las inyecciones en la atención sanitaria;

-Manipulación y eliminación de objetos afilados;

-Prestación de servicios integrales de reducción de daños a los consumidores de drogas inyectables.

-Análisis de la sangre donada;

-Promoción del uso de preservativos.

Para las personas infectadas por el VHC la OMS recomienda:

-Información y asesoramiento sobre opciones de atención y tratamiento;

-Vacunación contra las hepatitis A y B para prevenir la coinfección por esos virus y proteger el hígado.

-Tratamiento médico temprano y adecuado;

-Seguimiento periódico para el diagnóstico precoz de la enfermedad hepática crónica.