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Mi nombre es Pilar, vivo en Murcia, tengo 55 años y soy re trasplantada de hígado, lo cual
quiere decir que he pasado por dos trasplantes a lo largo de mi vida.

En el primero fui consciente que la Vida no es algo que te pertenece por Derecho, sino que
es un regalo, que como otros regalos puedes disfrutarlo o no pero que en cualquier
momento puedes perder.

Los dos trasplantes me han conectado con el acto de Amor mas profundo que hay:
Dar Vida, no hay ningún regalo que pueda superarlo. Al mismo tiempo me conectó con la
Muerte y me hice consciente que era una posibilidad en mi Vida , de hecho hay otra
persona que tiene que morir para que tu puedas seguir adelante. Esto ultimo me originaba
una mezcla de tristeza y culpabilidad, cuando estaba en lista de espera , deseaba que
llegara el órgano compatible conmigo y pero eso suponía la Muerte de otra persona. Es
paradójico que el mejor momento para tu familia supone el día mas triste para la Familia del
Donante. Qué mejor ejemplo de que la Muerte forma parte de la Vida.

El primer trasplante me dio la posibilidad de seguir mi vida laboral e incluso ampliar mi
familia ya que a los tres años nació mi segundo hijo, otro regalo de la Vida y sobre todo de
mi Donante y su familia. No puedo expresar con palabras la Gratitud que siento hacia Ellos.
En el segundo trasplante las circunstancias eran mas complicadas, por circunstancias
de la Vida, no contaba con familia que pudiera cuidarme y esta vez la Vida me regaló un
grupo de amigos y amigas que se ofrecieron desinteresadamente a hacer turnos para
sustituir a mi Familia. Esta vez el tiempo de espera se alargo a mas de dos años y durante
ese tiempo el grupo iba creciendo, no sabía que contaba en mi Vida con tanta gente
Generosa, Disponible y tan llena de Amor capaz de entregarme su tiempo y sus cuidados.

En estas circunstancias el trasplante fue un éxito y el alta hospitalaria mucho mas rápida
de lo que los médicos esperaban hasta reducirse a la Mitad, No podía ser de otra manera
en ese ambiente de Amor y Cuidados. Guardo en mi memoria cada uno de los momentos
vividos con cada uno de Ellos y Ellas que además hicieron que mi estancia hospitalaria fuera
mucho más liviana y por supuesto los llevo para siempre en mi Corazón. Espero en un
futuro no muy lejano crear un grupo de personas que ejerzan de Familia sustitutoria para
aquellas personas que se encuentren en mi situación.

En definitiva me siento privilegiada por haber vivido esta doble experiencia, y doy las
gracias a todos los profesionales que me han atendido con Profesionalidad, Disponiblidad y
Buen Trato, a mi familia original y sustitutoria porque sin ellas y la fuerza que me
transmitieron no habría salido adelante y a mis dos Donantes y sus Familias por
transmitirme el Valor de la Vida.

Hoy 29 de Octubre de 2020 hace 18 años de mi primer trasplante y un año del segundo
y Celebro la Vida.

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