La adaptación a la vida social tras el trasplante de hígado
El antes y el después que marca un trasplante hepático en nuestra vida es muy grande. Y más allá de los aspectos médicos, los cuales son imprescindibles, se presenta una situación social a la que hay que adaptarse, ya que se trata de una vida totalmente distinta y que vale la pena luchar por ella.
Muchas personas afrontan una etapa de redescubrimiento, en la que tienen que aprender a afrontar las distintas situaciones que se presentan en la vida y que no pueden resolverse de la manera a la que estaban acostumbradas.
En este artículo os dejamos algunas herramientas para afrontar de una mejor manera esta nueva etapa:
Reconocer los propios sentimientos: es normal sentir miedo, ansiedad o incluso culpa (en algunos casos, por recibir un órgano). Exteriorizar nuestras emociones puede ayudarnos a recibir ayuda por parte de nuestras familiares, amigos y profesionales, haciendo más fácil y llevadera esta situación.
Buscar apoyo psicológico si es necesario. La Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos cuenta con el servicio gratuito de Atención Psicológica, en la que tendemos una mano a aquellas personas en situación hepática complicada y que necesite ayuda.
Servicio de Atención Psicológica
Hablar con otras personas trasplantadas puede ser muy terapéutico y enriquecedor. Desde FNETH contamos con el proyecto ‘Retales’ en el que se realiza un acompañamiento a las personas hospitalizadas que están enfermas, trasplantadas o en espera de un trasplante.
Tras el alta hospitalaria y la recuperación física, muchas personas se preguntan: ¿cuándo y cómo retomar mi vida social? Aquí entran factores tanto físicos (energía, defensas, cuidados) como emocionales:
Retomar el contacto social gradualmente. Debemos volver a abrirnos a la vida, a nuestra familia, a nuestras amistades y pensar que tenemos una nueva oportunidad de vivir y de una mejor manera de la que pensábamos.
Ser honestos con el entorno sobre los límites y necesidades (como evitar lugares con riesgo de infecciones). Algunas de las nuevas situaciones que se afrontarán serán aquellos sitios y situaciones a evitar para evitar complicaciones ante nuestra nueva situación.
Establecer rutinas que incluyan momentos de socialización, aunque sea en entornos controlados.

Por otro lado, hay que tener en cuenta las precauciones necesarias debido al trasplante. el sistema inmunológico se mantiene suprimido para evitar el rechazo del órgano, lo que hace que las personas trasplantadas deban ser más cuidadosas.
En entornos sociales, se recomienda:
Evitar contacto con personas enfermas.
Mantener una buena higiene de manos.
Ser precavido en eventos muy concurridos, sobre todo en interiores.
Explicar a amigos o familiares por qué se toman ciertas medidas.
Por último, cabe destacar que muchos trasplantados experimentan inseguridades respecto a su imagen corporal (cicatrices, cambios físicos) o su capacidad para volver a «la normalidad». Os dejamos un artículo relacionado con este aspecto que creemos os será de mucha ayuda.
Renacer y reconocerse: la autoconcepción del cuerpo post-trasplante hepático
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La Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) trabaja para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. En concreto con los objetivos 3, 10 y 17 y de los que puedes obtener más información en el siguiente enlace.